Deje todo para volver a empezar

camine despacio con temor de no volver a tropezar, las tardes se me hicieron cada vez mas largas, el invierno penetro en mi ser, el dulce ocaso quedo atrás y el recuerdo fue ultimo que me dejo alcanzar, el viento corrió fuerte y acaricio mis dulces mejillas ya empapadas de las amargas lágrimas que no se cesaron sin cuidado alguno, espere, espere, y el tiempo se hizo eterno y nada paso, seguí mi camino pensando en que tu esperarías por ahí, el silencio me acompaño y olvide el sonido de tu voz, del cantar de los pajaros, perdí el sonido de las mas dulces melodías que alguna vez acompañaron a mi alma, la hicieron danzar y remojar mi corazón en una fuente de agua, para cesar aquellas amargas lágrimas, y me di cuenta por fin de que tu no apareciste jamas. . .